10 dias en la capital.

Terminal Liniers



Ya le habían dicho en el pueblo, otras chicas que habían ido, que no se fijara demasiado en Liniers, que eso no era la Capital: Bah, era la capital pero no se correspondía con la idea que uno tenia de Buenos Aires. Liniers era como Posadas: Y Posadas, grande, enorme , no era como Buenos Aires, hasta un paisano lo sabía.

Antes de venir, como dos meses antes, había cambiado el nokia que tenia por uno con whasup para hablar con su novio, que vivía en Buenos Aires (pero tampoco en la Capital, él le había dicho que eso no era la Capital, pero estaba muy cerca, hasta caminando se podía ir a un puente, el de la noria, y ahi cruzabas e ibas a la Capital, o sea al centro, al obelisco, la calle Corrientes, el congreso donde a veces mostraba el noticiero mas gente que no se qué.) Un día, cuando no estuviera gruesa, iba a ir caminando hasta el puente con la noria y preguntaría como ir a la plaza de mayo, seguro que en un rato llegaría,con su bebita y le mostraría la casa de gobierno rosa, donde estaban los curas, todo.

Cuando cambio el celular se hablaban a cada rato con Osvaldo (pero a veces se quedaba sin batería porque era moderno ese celular pero lo había pagado casi nada porque tenia la batería agotada, y le dijeron que no había reclamo). En los ultimos quince días se cocinó la idea de venir a Buenos Aires, él le mandó el pasaje y le mandó la foto de la cuñada que la iba a buscar y en el micro hasta habló por con la cuñada del Misio, (en Buenos Aires le decian el Misio, pero ella le decía Osvaldo, nomas) que la tranquilizaba para que supiera que ni bien bajara del Expreso Singer ella la iba a estar esperando. Y así fue. Todo iba bien.

La abuela lloraba cuando le dijo que se marchaba, habrá pensado una boca menos y una entrada menos, o tal vez ese llanto era de penita, no tenia que ser mala. La abuela le pedía que esperaba que naciera la nena. Un día se había ido la madre de ella y nunca volvió .Pero ella iba a volver a mostrarle a la bebe, se lo juraba. Y la abuela la previno por si se amachimbraba y el Osvaldo la judeaba ella misma le iba a mandar un giro para volverse a Loreto, departamento de Candelaria.Misiones.

Por eso un poco que lloraba camino a casa con la criatura envuelta (muy envuelta, no quería que se enfriara) en la frazadita de polar que habían comprado con Osvaldo en la Salada. Ella se había vuelto loca de felicidad, tantas cosas que le compró allí para el bebe. Con la quincena y apenas dos dias despúes de llegar fueron y compraron de todo: la frazadita de las princesas de disney, ropita de abrigo, pañales descartables, un camisón nuevo, también de polar, para que ella estuviera en la maternidad . No le gustó que el hospital tuviera nombre triste: el hospital pena. Pero Osvaldo dijo que no era así, que se llamaba Penna, por alguna eminencia. Asi que se olvidó del nombre y prepararon el bolso. No faltaba nada. Incluso el Osvaldo fue al kiosko y trajo polvo y aceite para limpiarle la colita.

Y al tercer día de llegar a Liniers tuvo que ir al hospital y no necesito que ninguna vieja ni ningún programa de televisión le explicara que había llegado el momento. Así que Osvaldo que todavía no se había ido al trabajo llamo por celular al patrón y le dijo que hoy no lo pasara a buscar con la camioneta para ir a la obra, porque la mujer (ella era la primera vez que escuchaba que alguien la llamara "mi mujer") iba a tener un niño. Y allí fueron, con un auto y todo. Un remis de la villa para irse al Penna. Fue un varón

El niño era flaquito y largo, y tenía pelito y ella sin una gorra para aplastarselo. Al final, siempre algo falta. En el bolso forrado de plástico que habían preparado con el Osvaldo tenia de todo, como una rica. Pero las cosas le quedaban grandes y en hospital le pusieron pañalitos de prematuro, y una enfermera le dijo que guardara los otros pañales, que ya iba a tener oportunidad de ponerselos mas adelante.

Y al tercer día de eso-sexto de llegar de Loreto- volvió a la casa del Osvaldo, que tenia dos pisos, y que había levantado con los del barrio en los domingos que no había conchabo. La casa era de material pero en la pieza de ellos, que estaba arriba había dos problema: el primero llegar, porque le escalera era precaria y peligrosa, y más con un bebe de carga. El segundo que tenia chapa arriba y cuando se calentaba con la estufa, la chapa chorreaba agua como si lloviera. Entonces ella yel bebe se quedaban abajo. No llegó a acostumbrarse,no llegó a extrañar Loreto, no llegó a preguntarse porque había salido varón si la abuela le había dicho que iba a ser una nena, seguro. Al inesperado machito le pusieron dos nombres: A ninguno le gustaba el que había elegido el otro, pero como eran una pareja demasiado nueva ninguno queria contradecir, ni crear problema por estupideces: El Osvaldo había elegido "Santino" porque decía que estaba de moda. y ella había elegido Loreto, en homenaje al pueblo, y sobre todo para consagrar al bebe a la virgen negra de Loreto para que la ayudara, Ella sabía bien que los trataban de negros, así que mejor que una virgen negra para cuidarlos.No hubo caso de que el Misio le dijera que Loreto era nombre de mujer.

Y al tercer día de volverse a casa, Santino Loreto se enfermó, no quería la teta y ardía de fiebre. Entonces el Osvaldo se fue a la obra porque no podía faltar de nuevo y llamo por celular a la cuñada para que la llevara al Alende (otra eminencia) La cuñada, la Myriam, conocía a una enfermera para no esperar y ademas sabía moverse, no como ella, una recién llegada.

Entonces el Santino quedo internado mas rapido que volando y ella al lado, quietita y muy callada, mas que siempre. Un poco por los puntos de abajo y porque sangraba. Otro poco por el miedo. Cuando la preguntaron la dirección no la sabía, cuando le preguntaron el documento del padre tampoco. Pero gracias a la virgen tenia la partida de nacimiento adentro de una bolsita de nylon, lo del bebe y las cosas de ella y la entrego y ahi estaban todo lo que necesitaba la chica esa tan amable, del servicio social. Tan rápido había salido de su casa, que abajo del jogging y de la campera inflable, tenia el camisón de polar.

Cuando el Santino se quedó quietito,tan quieto como ella y mas. Y mas Y mas. Ni lloró ahi, la Myriam se había ido a fumar afuera y ella agarró la frazada de las princesas y la bolsita con los documentos, se ató el pelo y se fue caminando con el bebe y nadie la paró .En ese hospital había infinitas madres con niños tosiendo por todos lados y los médicos que cruzaban miraban para ningún lado para que nadie los detuviera.

A una, parecida a ella, con el pelo con una trenza hecha un rodete, le preguntó para donde quedaba el puente con la noria: era facil, un par de cuadras hasta el riachuelo y después a la derecha, imposible perderse. Mientras caminaba con el bebe tan liviano como una nube se acordó del numero 28. El colectivo que la dejaba en Liniers. Y llamo a la abuela para que la esperara en la terminal de Loreto, y trató de convencerla sin éxito de que el Osvaldo era bueno, y que ella estaba bien, y nada mas. Ni siquiera que había parido. Con la plata que el Misio le había dado por si tenia que comprar remedios, se compró un pasaje, le aviso a la abuela a la hora que llevaba, arropó mucho mas al Santino con la frazada de princesas y justo (la virgen negra ayudaba) salía un micro. Lo tomo y se sentó y se comió el alfajor de la cajita y el jugo cepita. Le salia un poco de leche y se le manchaba la ropa, pero el bebe ya no quería mamar, y tampoco tenia fiebre.

Así que la abuela lo iba a conocer. Lo único importante era que el bebe muerto no tomara frío y no llorara más.Ya iban a encontrar explicación de que no hubiera nacido nena.

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